Un nuevo estudio revela que sincronizar el reloj cerebral y muscular previene el envejecimiento
Un estudio reciente en ratones reveló que los relojes biológicos moleculares del cerebro y el tejido muscular trabajan juntos para mantener la salud muscular y la función diaria. Esta investigación podría proporcionar información importante sobre cómo las alteraciones de los ritmos circadianos contribuyen a los problemas de salud asociados con el envejecimiento y puede sugerir formas de preservar la función muscular a medida que las personas envejecen.
La red del reloj molecular circadiano es fundamental para la fisiología circadiana y el mantenimiento de la salud. Se cree que esta red, que se extiende a través de todas las células del cuerpo, está organizada y coordinada jerárquicamente por el núcleo supraquiasmático (SCN) del cerebro, que recibe señales de luz circadiana y sincroniza los relojes circadianos autónomos en todo el cuerpo.
Funciones autónomas de los relojes de los tejidos periféricos.
Sin embargo, los relojes de los tejidos periféricos también pueden recibir y responder de forma independiente a señales externas específicas. Los mecanismos subyacentes a esta regulación circadiana y su papel en el mantenimiento de la función fisiológica y la salud no se comprenden completamente. Investigaciones anteriores han demostrado que los ratones carecen del gen del reloj circadiano. Con dinero1 Muestran alteraciones del ritmo del reloj muscular, así como envejecimiento prematuro y atrofia muscular.
Usando una narrativa global Con dinero1 Un modelo de ratón knockout que evita Con dinero1 Expresión pero permite Con dinero1 Función recreada en cualquier tejido de su elección Arun Kumar y sus colegas investigaron las interacciones entre los relojes cerebrales y musculares y si la interrupción de estas interacciones contribuye a los efectos extremos del envejecimiento muscular en ratones. Kumar et al. La función del reloj se restableció en tres líneas de ratón mediante la expresión específica de Con dinero1 En el cerebro, el tejido del músculo esquelético o ambos, descubrieron que era necesario restaurar ambos relojes para prevenir el envejecimiento prematuro y la debilidad muscular, lo que sugiere que esta comunicación cerebro-músculo es necesaria para la función y la salud adecuadas de los músculos.
Los investigadores también demuestran que la alimentación con tiempo restringido durante la fase oscura activa (noche) puede reemplazar parcialmente la función del reloj central en el cerebro y mejorar la autonomía general del reloj muscular, lo que subraya la importancia de los patrones de alimentación en las interacciones del reloj molecular. “Estos hallazgos resaltan el potencial de reprogramación genética y fisiológica del mecanismo intrínseco del reloj del envejecimiento hacia un estado más juvenil y tienen implicaciones para las estrategias para prevenir las alteraciones del ritmo circadiano causadas por los estilos de vida modernos y para desarrollar tratamientos para enfermedades relacionadas con la edad y el envejecimiento mismo”. Los autores escriben.
Referencia: “La comunicación cerebro-músculo previene el envejecimiento muscular manteniendo la fisiología circadiana” por Arun Kumar, Mireya Vaca Demper, Thomas Mortimer, Oleg Deryagin, Jacob J. Smith, Paul Petros, Kevin P. Koronovsky, Karolina M. Greco, Jessica Segalis, Eva Andrés, Vera Luksova, Valentina M. Zina, Patrick Simon Wells, Antonio L. Serrano, Eusebio Berdeguero, Paolo Sassoon Corsi, Salvador Aznar Benetah y Bora Muñoz Canoves, 2 de mayo de 2024, Ciencias.
doi: 10.1126/ciencia.adj8533
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