Se han encontrado estafas de carne separadas en los Países Bajos y España.
Varias personas han sido arrestadas en los Países Bajos como parte de una investigación de fraude con carne.
El Servicio de Inteligencia e Investigación de la Autoridad Holandesa de Seguridad Alimentaria y del Consumidor (NVWA-IOD) está investigando el fraude documental relacionado con la exportación de pollo.
Las autoridades visitaron dos edificios comerciales y dos viviendas a finales de enero. Siete personas fueron detenidas y una quedó en libertad tras ser interrogada la semana pasada.
También se realizaron búsquedas en Bélgica y España en tres empresas que pueden trabajar con la sospechosa empresa holandesa.
Los investigadores creen que una empresa con sede en el este de los Países Bajos incluyó en los documentos la carne de pollo congelada como otros productos, como el pescado, y luego la exportó a países principalmente de África.
Examinan los certificados veterinarios oficiales y la información de envío, así como otros registros comerciales. Los medios holandeses informaron que la empresa buscada se llama Wegdam Food Link en la ciudad de Haaksbergen.
Se cree que el propósito del presunto fraude es reducir los aranceles de importación del destinatario hasta en un 70 por ciento.
Los funcionarios de NVWA-IOD dijeron que este tipo de fraude también representa un riesgo para la seguridad alimentaria. Cuando algo anda mal con la comida, debería ser posible saber de dónde vino el producto ya quién se entregó. Dicho seguimiento no es posible si los documentos oficiales no son precisos.
Hechizos de Cerdo Español
En otro incidente, la Guardia Civil española decomisó cerca de 2.000 piezas de carne en una operación contra el fraude alimentario en la provincia de Cáceres.
Esta acción condujo al arresto de cuatro personas y al interrogatorio de otras cinco. Los productos incautados incluyen carne de cerdo, salchichas y carne de cerdo congelada. Además de casi 2.000 piezas de carne, las autoridades prohibieron 760 kilogramos de salchichas y 4.500 kilogramos de carne congelada.
La operación Sekai se inició en noviembre de 2020 tras descubrirse actividad en una fábrica cárnica cerrada en un polígono industrial de la localidad de Malpartida de Plasencia.
Los funcionarios encontraron que las operaciones, incluido el almacenamiento, distribución y comercialización de productos alimenticios de origen animal, se llevaron a cabo sin controles por parte de las autoridades locales porque el sitio no estaba registrado.
La inspección descubrió productos cárnicos con fecha de consumo modificada o pasada, sin número de productores o empacadores, y problemas con registros, etiquetado y trazabilidad.
Los productos se enviaban a establecimientos comerciales de las provincias de Cáceres, Badajoz, Salamanca y Toledo. La compañía también tiene relaciones con empresas con sede en Salamanca, Toledo, Badajoz, Vizcaya y Madrid.
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