Las tensiones entre Estados Unidos y China interrumpen la red de comunicaciones global; Informe dice que proyectos de cable submarino están evadiendo a Beijing
Como respuesta A medida que aumentan las tensiones entre Estados Unidos y China, el panorama global para el despliegue de cables submarinos está experimentando un cambio importante. Muchos proyectos internacionales de cables submarinos están eludiendo a China, y se avecinan preocupaciones sobre la seguridad de los datos y la influencia geopolítica.
China, que alguna vez fue concebida como un futuro centro para redes submarinas, ahora enfrenta una disminución significativa en el número de cables submarinos que la conectan con el resto del mundo.
Los cables submarinos constituyen la columna vertebral de Internet, las comunicaciones y la transmisión internacional de datos. Estos cables se extienden a lo largo de vastas extensiones de océanos, uniendo continentes y países en una compleja red de comunicación. A pesar de su delgada apariencia, son los canales a través de los cuales el mundo se comunica, hace negocios e intercambia conocimientos.
La importancia de los cables submarinos va más allá de sus capacidades técnicas. Son motores esenciales del crecimiento económico, que permiten el comercio internacional y las transacciones financieras a una escala sin precedentes. Además, los cables submarinos desempeñan un papel crucial para cerrar la brecha digital al brindar acceso a información y recursos en áreas remotas y países en desarrollo.
El informe Asia Nikkei afirmó que China sólo tendrá tres cables después de este año, menos de la mitad del número previsto para Singapur. Esta es una tendencia que indica posibles interrupciones en las redes de comunicaciones internacionales.
El trasfondo de este cambio radica en la profunda rivalidad entre Estados Unidos y China, dos superpotencias económicas que compiten por el dominio global.
Las tensiones entre las dos potencias han aumentado en los últimos años, lo que ha llevado a un mayor escrutinio de los proyectos de infraestructura y seguridad de datos, especialmente aquellos que involucran cables submarinos, que sirven como columna vertebral de Internet. Estos cables transportan la gran mayoría del tráfico de datos global.
Los cables submarinos son una parte integral del tráfico de datos global y transportan aproximadamente el 99% de los datos del mundo. Este año se tendieron casi 140.000 kilómetros de cables submarinos, una señal segura de la creciente importancia de la conectividad digital.
Los principales actores de la industria tecnológica, incluido Google, están liderando esfuerzos para eludir la influencia china en los despliegues de cables submarinos.
Iniciativas como la Iniciativa de Red Limpia, que Estados Unidos lideró durante la anterior administración Trump, han excluido a las empresas chinas de proyectos críticos de infraestructura de telecomunicaciones.
Las principales empresas tecnológicas se han enfrentado a presiones de las autoridades estadounidenses para que revisen sus planes de cables submarinos, excluyendo a China de algunos proyectos.
El proyecto de cable submarino liderado por el Banco Mundial para las naciones insulares del Pacífico Sur también está alineado con los objetivos políticos de Estados Unidos, marginando aún más la participación china en las iniciativas de conectividad global, señala el informe.
Como resultado, la presencia de China en las redes internacionales de cables submarinos está disminuyendo rápidamente y no se planean nuevos proyectos submarinos después de 2025.
Mientras tanto, la demanda de tráfico de datos entre Estados Unidos y Asia sigue siendo fuerte, lo que genera planes para instalar cables adicionales a destinos clave como Japón, Singapur y Guam.
Tensiones entre Estados Unidos y China en la región del Indo-Pacífico
En el contexto de los crecientes esfuerzos de Estados Unidos por desvincularse de China, los enfrentamientos militares y las disputas territoriales en la región del Indo-Pacífico han exacerbado las preocupaciones geopolíticas.
Estados Unidos y China se encuentran una vez más en desacuerdo, ya que los recientes ejercicios navales en el Mar de China Meridional exacerban las tensiones entre las dos potencias mundiales.
El último incidente ocurrió cuando China emitió advertencias al destructor USS Halsey de la Armada estadounidense después de que cruzara el Estrecho de Taiwán, una medida que enfureció a las autoridades chinas.
El 10 de mayo, la Armada china partió. El destructor estadounidense después de que supuestamente entró en lo que Beijing afirmó que eran sus aguas territoriales cerca de las Islas Parcel en el disputado Mar de China Meridional.
China condenó a Estados Unidos por violar su soberanía. Las fuerzas chinas estaban en alerta máxima, lo que indicaba su disposición a enfrentar la presencia estadounidense en las aguas tan disputadas.
En defensa de sus acciones, la Marina de los EE.UU. Cita El derecho a la libertad de navegación en el Mar de China Meridional, principio respaldado por el derecho internacional. La operación también cuestionó el reclamo de China de una línea de base para el estrecho sobre las Islas Paracelso. El destructor también cuestionó la afirmación de Beijing de que los buques de guerra que navegan por la cadena de islas requieren notificación previa.
La disputa pone de relieve tensiones más amplias en torno a los amplios reclamos de China en el Mar de China Meridional, que se superponen con áreas reclamadas por países vecinos como Vietnam, Malasia, Indonesia, Brunei y Filipinas.
Aunque el derecho internacional declara que los reclamos de China carecen de base legal, Beijing mantiene una presencia significativa en la región. Desplegó guardacostas y buques de guerra para afirmar su dominio.
Las tensiones entre China y Estados Unidos han aumentado aún más y Washington ha prometido apoyar a Filipinas en su disputa con Beijing sobre cuestiones del Mar Meridional de China.
Además, la insistencia de China en su soberanía sobre Taiwán ha generado preocupación, ya que Beijing ha expresado su voluntad de usar la fuerza para poner la isla bajo su control.
Los recientes avistamientos de barcos y aviones chinos cerca del territorio taiwanés han aumentado las preocupaciones sobre una escalada militar en la región. Sin embargo, el Mar de China Meridional sigue siendo un foco de tensión geopolítica, ya que la competencia entre Estados Unidos y China no muestra signos de disminuir.
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