La investigación genética, sus posibilidades y riesgos, análisis de expertos nacionales – Xaudi
El Observatorio de Bioética reunió a expertos en genética para una jornada que reunió a cien participantes a nivel nacional e internacional.
El Observatorio de Bioética de la Universidad Católica de Valencia (UCV) organizó el cuatro de julio Conferencia “Investigación genética: posibilidades y riesgos. Un abordaje desde la perspectiva bioética”.«, donde expertos de diversos campos exploraron las implicaciones éticas de los avances científicos actuales en el campo.
José Manuel Pagán, decano de la Universidad Católica de Valencia, que inauguró el acto, recordó la importante labor que realiza el Observatorio en el ámbito de la divulgación de la ciencia y agradeció a los ponentes que arrojaran luz en este campo. Pagán destacó la importancia de abordar estos temas desde una perspectiva universitaria y animó a los asistentes a seguir formándose en temas como este.
Julio Tudela, director del Observatorio de Bioética, dijo que los expertos elegidos para desarrollar las diferentes propuestas son excelentes, no sólo desde el punto de vista técnico y científico, sino también humanitario, cada uno en su especialidad. Tudela destacó que el científico debe ser confiable, lo que a su juicio es una tarea compleja: “En la ciencia es fundamental el rigor científico, buscando siempre primero la verdad. No se puede practicar la Bioética sin esta hipótesis, sin profundizar en lo que hay detrás de lo que analizamos. .”
Genética y edición del genoma.
Las dos primeras espadas, nicolas goveProfesor Emérito de Genética y ex miembro del Comité de Bioética de España y luis francoacadémico de número de la Real Academia de Ciencias de España y de la Real Academia de Medicina de la Comunidad Valenciana, fue el encargado de dar el pistoletazo de salida a las distintas presentaciones celebradas en el salón de actos de los campus de San Juan y San Vicente de la Universidad de Valencia. Lucía Gómez TatayEl simposio fue moderado por un profesor de ciencia celular, bioquímica y bioética de la misma universidad.
Franco, experto en epigenética, inició su presentación ante «Ética y Genética» Analizando cómo los factores genéticos afectan a la salud, centrándose principalmente en las implicaciones éticas de la transmisión de factores genéticos entre generaciones, por un lado, y la responsabilidad parental que ello conlleva. y en segundo lugar, en los daños genéticos que el medio ambiente puede provocar, afectando a la responsabilidad de todos en el cuidado de la ‘casa común’, en referencia a Laudato si’.
En su ponencia titulada «Genome Editing. Therapeutic Developments and Bioethical Uncertainties», Goff analizó los distintos desarrollos terapéuticos existentes en el campo de la edición genómica, y al mismo tiempo presentó la incertidumbre bioética que surge en este campo, haciendo especial hincapié en dos aspectos: En primer lugar, sobre las consecuencias de una aplicación prematura en condiciones de imprecisión e inseguridad tecnológica, especialmente por los riesgos de afectar la línea germinal. En segundo lugar, con respecto al interés en aplicar la edición genética con fines de “mejora” no relacionados con la salud, como los propuestos desde una perspectiva evolutiva humana.
El profesor de genética destacó que las ideas sobre la evolución humana chocan con una realidad “indiscutible”: “No se sabe bien cuál es la base genética de los factores de comportamiento en los humanos. Las terapias multigénicas aún no son posibles, por ejemplo, en ellas intervienen múltiples genes. la inteligencia de una persona”.
Bioingeniería y terapia génica.
“Decodificar el potencial de los pequeños órganos humanos en el laboratorio a través de la ética y la bioingeniería”, fue el tema principal de la intervención Noria Montserrat, Profesor de Investigación en ICREA e Investigador Jefe del Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC). En cooperación con Juan Roberto Rodríguez Madozinvestigador del Programa de Hematología y Oncología de la Universidad de Navarra, fue el responsable del desarrollo de la segunda mesa redonda “Bioingeniería y Terapia Génica” que moderó. José Miguel Hernández Andreu.Profesor e investigador en bioquímica y biología molecular en la Universidad de Vylda.
Montserrat afirmó que actualmente se espera que estas membresías revolucionen el campo de la investigación biomédica. “La creación y uso de estos modelos suscita discusiones éticas y análisis de temas específicos como los modelos de consentimiento informado, y escenarios futuros para su potencial comercialización y aplicaciones en medicina personalizada y trasplante de órganos”, afirmó el investigador. Asimismo, continuó, “desde el inicio, la comunidad científica ha mostrado interés en profundizar la investigación ética sobre los organoides y sus aplicaciones y así asegurar el desarrollo responsable y la aplicación clínica de esta tecnología en el campo”.
En esta sesión, los asistentes pudieron conocer de primera mano los aspectos técnicos que rodean hoy la generación y uso de organoides para aplicaciones en investigación biomédica, medicina personalizada y trasplante de órganos.
Rodríguez Madoz, quien habló sobre los avances en la aplicación terapéutica de los sistemas de edición de genes basados en CRISPR, señaló que estas tecnologías se han convertido en una herramienta prometedora para el desarrollo de tratamientos innovadores que permitan avanzar en el tratamiento de enfermedades con necesidades médicas no cubiertas, como la El SIDA, por ejemplo. tecnología CRISPR El investigador señaló que esto no sólo permite generar productos terapéuticos más efectivos (es decir, terapias CAR T mejoradas), sino que también permite el uso terapéutico directo para revertir mutaciones genéticas que causan enfermedades con gran precisión y eficiencia.
“Hay que tener en cuenta una serie de barreras éticas: el hecho de que la tecnología nos permita modificar células para evitar la propagación de un virus, por ejemplo, no impide que lo hagamos de forma organizada cuando modificamos la línea germinal. , las consecuencias de esta intervención son impredecibles”, señala.
En opinión de Rodríguez Madoz, el ser humano tiene el «deber» de desarrollar fármacos que permitan tratar enfermedades, pero al mismo tiempo «no tiene la capacidad de modificar el genoma a voluntad». Primero, porque esta tecnología es “científicamente nueva” y todavía se necesita más “experiencia” “para saber qué pasa a largo plazo con la edición genética”.
Límites éticos en la manipulación genética.
La mesa redonda de la tarde se llevó a cabo bajo el liderazgo de: Vicente BelverCatedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad de Valencia y Presidente del Comité de Bioética de la Comunidad Valenciana, Federico de MontalvoVicepresidente de Relaciones Institucionales y Secretario General de la Universidad Pontificia Comillas, W Íñigo de MiguelMiembro del grupo de investigación de la Cátedra de Derecho y Genoma Humano del Departamento de Derecho Público de la Universidad del País Vasco. Moderó el simposio María José SalarProfesor de la Facultad de Ciencias Jurídicas, Económicas y Sociales de la Universidad Central de Venezuela.
Belfer partió de la idea de que en la edición del genoma genético en embriones no se cumplen las condiciones de seguridad y eficacia, poniendo en peligro los derechos de las generaciones futuras. “Su uso en enfermedades monogénicas graves, en caso de dificultades relacionadas con efectos no deseados o
El experto añade: «Las consecuencias de su aplicación pueden abrir su uso a muchas otras aplicaciones que plantean dudas éticas».
Por otro lado, Federico di Montalbo desarrolló los principios y reglas de la edición de genes, destacando que el progreso de la biotecnología y la edición de genes también plantea problemas desde la perspectiva de su regulación. Animó a fortalecer los comités de bioética, señalando que son los tiempos propicios para ello. Asimismo, planteó el dilema de la incertidumbre, que a su juicio se resuelve con más incertidumbre, y la regulación en base a principios y no a reglas, ya que son situaciones difíciles de predecir.
El experto también destacó que el derecho será salvado por la bioética, que requiere más que nunca de nuevos jueces bien capacitados para afrontar el nuevo escenario. El legislador será el mínimo.
A Íñigo de Miguel, Edición de genes La edición genética es claramente una tecnología revolucionaria capaz de cambiar la forma en que nos percibimos como humanos y la forma en que llevamos a cabo una de nuestras actividades más importantes, como es la reproducción. Es innegable su capacidad para mejorar significativamente la salud de nuestros hijos cuando se utiliza sobre células germinales. Sin embargo, se han dado muchas razones para oponerse a ello. Algunas razones comúnmente citadas incluyen: los peligros inherentes de esta tecnología, la tentación de «jugar a los dioses», la dilución de la dignidad humana, su potencial para su uso con fines de mejora o su potencial para crear «un mundo más injusto de lo que conocemos ahora». «. Según el especialista, de todos estos factores sólo el último es realmente importante, pero al mismo tiempo lo suficientemente negativo como para que nos veamos obligados a tener un debate muy serio sobre la permisibilidad de modificar las células germinales.
“Lo que más debería interesarnos es que se puede mejorar la naturaleza y proteger la salud. Los embriones se pueden modificar para evitar la transmisión de enfermedades, y esto es menos perjudicial para la descendencia que destruir embriones defectuosos. Olvidemos que modificar un gen defectuoso no significa modificar el genoma humano.
De Miguel no perdió de vista el aspecto ético de esta tecnología en cuanto al alto coste que supone y las desigualdades sociales que generará: “El problema de la edición genética es que es muy probable que acabe convirtiéndose en una forma de exacerbar las desigualdades sociales. Si es así, podemos llegar a la conclusión de que puede no ser razonable permitir que se implemente, pero si es así, debemos hacerlo ahora y, lamentablemente, a nivel global, esto no será posible.