Grupos españoles unen fuerzas con la extrema derecha para frustrar políticas clave de la UE
Un grupo de partidos europeos de extrema derecha está tratando de derribar las principales plataformas políticas progresistas de la UE, como el Pacto Verde. Grupos populares y partidos extravagantes están tratando de explotar la ira de los agricultores para ganar las elecciones, pero ¿quién tendrá la ventaja?
En Valencia, la extrema derecha europea pretende ganarse el apoyo de la industria agrícola en las próximas elecciones europeas de junio.
Tras una reunión previa celebrada en la sede de Bruselas del Mathias Corvinus College, O MCC – El think tank del primer ministro húngaro, Viktor Orbán – La plataforma española del 6-F se ha sumado a decenas de asociaciones agrarias europeas que han creado un frente común para promover ideas que comparte con el grupo de conservadores y reformistas europeos.
“Cualquiera que lleve un pin de la Agenda 2030 es un enemigo del campo”, afirmó Lola Guzmán, portavoz de la plataforma 6-F.
Los agricultores exigen el fin del Pacto Verde, la protección del mercado interno europeo y el fin de los acuerdos de libre comercio con terceros países como Ucrania, Marruecos o un futuro con Mercosur, que creen que amenazan su supervivencia.
“Todo esto es el resultado de una posición que Orban denuncia”, afirmó uno de los miembros del programa.
Aunque el 6-F es un movimiento independiente, figuras entre sus organizadores parecen tener estrechos vínculos con la extrema derecha, como el sobrino del candidato de Fox en las recientes elecciones. Moción de censura Contra Pedro Sánchez, Ramón Tamames.
Sin embargo, el nuevo programa agrícola europeo no pedirá votos para un partido concreto.
“Lo que hicimos fue colocar pancartas y lemas de partidos que hicieron cosas muy malas a los agricultores y a los ciudadanos holandeses, y les pusimos una cruz roja”, dijo Sieta van Kempema, de las Fuerzas de Defensa de los Agricultores de los Países Bajos, refiriéndose a los Países Bajos. Fuerza de Defensa de los Agricultores. A la campaña “Expulselos”, que contribuyó a la victoria de Geert Wilders en las recientes elecciones parlamentarias en los Países Bajos.
“No le dijimos a la gente por quién votar, sólo les dijimos qué partidos no hacían nada bueno para nuestro país. Así que les pusimos una cruz roja y la gente entendió”, explicó Kimpema.
La lucha por el voto en las zonas rurales
Los nuevos candidatos compiten por los votos rurales contra el partido español Vox, pero las principales plataformas agrícolas han optado por no presentarse directamente a las elecciones.
Parece que las grandes organizaciones aprendieron de la experiencia de los chalecos amarillos en Francia, que presentaron nominaciones directas para las elecciones europeas de 2019, pero no recibieron representantes.
La Plataforma SOS Rural, que agrupa a más de 500 organizaciones del sector primario, ha optado por intentar influir en los partidos políticos para que incluyan sus demandas en sus programas electorales.
“Creemos que con uno, dos o tres diputados nuestra capacidad de influencia es muy limitada. Necesitamos pensar en grande, necesitamos influir en los principales grupos políticos de Europa, ya sea el Partido Popular Europeo o el Grupo Socialista. Para “Se intentaron dar forma a las políticas en Europa y tratar de tener una visión integral de Europa”, afirma Javier Boza, secretario general de SOS Rural.
A pesar de sus similitudes con Vox, SOS Rural parece haberse distanciado de las tesis más conservadoras del partido de extrema derecha español. Pero las protestas contra las políticas agrícolas de la UE benefician a Vox, según los analistas, tanto como al partido. chalecos amarillosLa votación en 2019 terminó mayoritariamente en manos del partido Rally Francés.
“Estas protestas no sólo involucran a líderes que ven con buenos ojos muchas de las declaraciones de Fox, o son directamente cercanos a Fox, sino que caen dentro de este espacio ideológico que favorece a Fox”, dice Andrés Santana, profesor de ciencias políticas en la Universidad Autónoma de Madrid. Ohm).
“En primer lugar, los ‘malos’ son aquellos en Bruselas que piensan en temas ‘progresistas’ como el medio ambiente y generan costes para los agricultores. Sufrimos estas restricciones cuando importamos productos agrícolas del extranjero; es un poco como el problema de la inmigración. ” Pero en términos de comercio”.
“Todos estos elementos –como el antielitismo, el euroescepticismo, el supuesto sesgo progresista y la inmigración– encajan bien con lo que Fox está diciendo en otras áreas. Por lo tanto, cuanto más importante sea este tema, mejor para la extrema derecha, tanto en el ámbito como en el otro. Europa y en Europa”, concluyó Santana.
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