España bloquea la instalación de una fábrica de trenes en Hungría por los vínculos de Orban con Rusia
El consorcio húngaro Ganz-MaVag ha hecho una generosa oferta para comprar el 100% de las acciones del fabricante español de trenes Talgo. Sin embargo, desde el principio, el gobierno español se opuso al acuerdo, citando las políticas prorrusas del primer ministro húngaro, Viktor Orban. Al final, España logró bloquear el acuerdo, dejando a Hungría dependiente de vagones de tren de Europa occidental de entre 20 y 30 años de antigüedad.
Una oferta generosa fracasa por preocupaciones políticas
Hace meses, Ganz-MaVag Haz una oferta formal Pero incluso antes de la oferta oficial, circularon rumores de que España bloquearía la compra debido a preocupaciones sobre los estrechos vínculos entre Orban y Rusia. Las autoridades españolas habían dejado claro que tal acuerdo estaba fuera de discusión.
El proceso de toma de decisiones fue largo. La Junta de Inversiones Extranjeras, dependiente del Ministerio de Economía español, aplazó la decisión esperada en julio hasta el 27 de agosto, cuando finalmente se confirmó que la venta no se llevaría a cabo, según informa el diario británico “The Daily Telegraph”. archivo.
El Ministerio de Economía español emitió un comunicado explicando que el Consejo de Ministros había acordado rechazar la inversión extranjera directa de Ganz-MaVag en Talgo debido a los riesgos identificados durante la investigación en materia de seguridad nacional y orden público. Talgo tiene acceso a información sensible, lo que ha generado preocupación.
Las preocupaciones por la seguridad nacional conducen al rechazo final
En marzo pasado, Ganz-MaVag hizo una oferta de 619 millones de euros por Talgo, que luego fue valorada en 590 millones de euros, una oferta bastante generosa. A pesar de esto, el primer ministro español, Oscar Ponte, se opuso firmemente a la venta, citando las estrechas relaciones entre Hungría y Rusia, y prometió bloquear el acuerdo.
España ha cumplido su promesa, ampliando constantemente los plazos para dar a otros compradores potenciales tiempo suficiente para presentar sus ofertas. Se consideraron empresas como Stadler Railways en Suiza y Skoda en la República Checa. Al mismo tiempo, el gobierno español solicitó repetidamente documentos adicionales al consorcio húngaro, lo que trastornó aún más el proceso.
La situación ferroviaria en Hungría sigue siendo precaria. Según el ministro húngaro de Transportes y Construcción, János Lazar, la adquisición de Talgo habría aportado valiosos conocimientos para la producción de nuevos vagones de fabricación propia. En cambio, Hungría se enfrenta ahora a una espera de cuatro años para conseguir nuevo material rodante y, como solución temporal, planea comprar material rodante de Europa occidental que ha estado fuera de funcionamiento durante 20 o 30 años.
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