El papel fundamental del magnesio para frenar los efectos del envejecimiento
El envejecimiento está asociado con muchos cambios biológicos, fisiológicos y psicológicos, algunos de los cuales incluyen disminución de la función cognitiva, encanecimiento del cabello, fragilidad y mayor riesgo de ciertas enfermedades. El envejecimiento también aumenta el riesgo de enfermedades crónicas como diabetes, presión arterial alta y enfermedades cardiovasculares.
La mayoría de las personas mayores sufren de deficiencia crónica de magnesio o hipomagnesemia., Esto puede deberse al bajo contenido de magnesio en la dieta, a la disminución de la absorción intestinal y al aumento de la micción. En una revisión reciente publicada en la revista Nutrientes, Los investigadores debaten el papel del magnesio en el envejecimiento.
Estancia: Magnesio y signos de la edad. Crédito de la imagen: Monticello/Shutterstock.com
El papel del magnesio en el desgaste de los telómeros
Los telómeros están ubicados en ambos extremos de los cromosomas, protegiéndolos así de descomponerse y fusionarse con otros cromosomas para preservar la información genética. Después de cada división celular se pierden entre 50 y 100 pares de bases de ADN telomérico; Por tanto, los telómeros se acortan con la edad.
Cuando los telómeros alcanzan una longitud corta crítica, las células los reconocen y la replicación se ve afectada, lo que lleva a la senescencia celular. Estudios anteriores han indicado que el magnesio mantiene la estructura y la integridad de la cromatina telomérica, además de favorecer la regulación de la telomerasa.
inestabilidad genética
La inestabilidad genética, que incluye daños en el ADN, anomalías cromosómicas y mutaciones, es un importante factor del envejecimiento. La inestabilidad genómica es causada por estrés oxidativo, cambios epigenéticos, reparación insuficiente del ADN y mantenimiento de los telómeros.
A lo largo del ciclo celular, el magnesio es esencial para estabilizar el ensamblaje de la cromatina. Además, los surcos del ADN contienen sitios de unión específicos para el Mg, lo que ilustra su papel en la síntesis de ADN.
Los niveles insuficientes de magnesio causan inestabilidad del ADN a través del estrés oxidativo, ya que el magnesio activa varias enzimas involucradas en la reparación del ADN. Por lo tanto, el magnesio juega un papel crucial en el proceso de replicación del ADN y en el mantenimiento de la estabilidad del genoma.
Cambios epigenéticos
Las modificaciones epigenéticas se refieren a la modificación de la expresión genómica sin cambios en la secuencia del ADN. El genoma puede verse alterado por factores del estilo de vida, la dieta y los productos farmacéuticos. Además, el entorno inflamatorio relacionado con la edad y las moléculas inhibidoras liberadas por las células estresadas pueden provocar cambios epigenéticos que pueden modificar la función celular.
Varios estudios han destacado la asociación del magnesio con la epigenética. Por ejemplo, la hipomagnesemia conduce a una regulación negativa de los promotores de la 11 beta-hidroxiesteroide deshidrogenasa hepática (Hsd11b2), lo que afecta el metabolismo de los recién nacidos.
Pérdida de la próstata
Los cambios en la estabilidad de las proteínas están asociados con una estabilidad deficiente de las proteínas y proteínas mal plegadas. Muchas enfermedades crónicas relacionadas con la edad, como la enfermedad de Alzheimer y la enfermedad de Parkinson, se deben a una desregulación de la inhibición del proteosoma. Lo más importante es que los niveles bajos de magnesio en el cerebro pueden provocar varios trastornos neurológicos, como epilepsia, enfermedad de Alzheimer, enfermedad de Parkinson y migrañas.
El magnesio regula negativamente la producción del factor de necrosis tumoral α (TNF-α) y la interleucina 1β (IL-1β), además de favorecer la eliminación de moléculas precursoras de amiloide β (Aβ) a través de vías de degradación proteasomal. El magnesio también inhibe los receptores de N-metil-D-aspartato (NMDA) y aumenta la neurotransmisión excitadora.
Disfunción mitocondrial
Las mitocondrias participan en múltiples procesos de señalización celular que determinan el destino celular, incluida la supervivencia y muerte celular por apoptosis. Las mitocondrias disfuncionales pueden provocar niveles persistentemente bajos de trifosfato de adenosina (ATP) celular durante períodos prolongados, lo que puede provocar inflamación crónica, daño celular y estrés oxidativo. Estas condiciones también están asociadas con enfermedades relacionadas con la edad, como el Alzheimer y la enfermedad de Parkinson.
El magnesio se une al ATP para formar el complejo Mg-ATP. La presencia de magnesio intracelular libre se ha asociado con el desarrollo de presión arterial alta y diabetes, las cuales son afecciones más prevalentes en los adultos mayores. Los niveles bajos de magnesio también están asociados con el daño del estrés oxidativo a través de una disminución de la peroxidación lipídica y la actividad de las enzimas antioxidantes.
Senescencia celular
La senescencia celular está asociada con estrés celular y daño irreversible del ADN. Las características adicionales del envejecimiento incluyen disfunción mitocondrial asociada al envejecimiento, señalización alterada de nutrientes y estrés y disfunción de autofagia/autofagia.
Algunos de los cambios celulares que ocurren durante el envejecimiento son similares a los causados por la hipomagnesemia, incluida la disminución de la protección contra el daño del estrés oxidativo, la viabilidad celular, la progresión del ciclo celular y el mayor riesgo de expresión del factor de transcripción.
Agotamiento de las células madre
Los tejidos humanos se mantienen gracias a las células madre debido a su capacidad de autorrenovarse. Más específicamente, las células madre pueden diferenciarse en células progenitoras, a partir de las cuales se desarrollan diversos tejidos.
Estudios anteriores han demostrado que la disminución de la capacidad regenerativa de las células hematopoyéticas debido al envejecimiento se asocia con una menor producción de células inmunitarias adaptativas, lo que se conoce como inmunosenescencia.
El magnesio está fuertemente relacionado con las respuestas inmunes. Por ejemplo, el magnesio es un cofactor para la producción de inmunoglobulinas (Ig), la citólisis dependiente de anticuerpos, la respuesta de los macrófagos a las linfocinas y la adhesión de células inmunitarias.
Conclusiones
Dado que el curso del envejecimiento es variable, puede modificarse mediante la ingesta de magnesio y cambios en el estilo de vida. La presente revisión analiza la importancia de niveles adecuados de magnesio a lo largo de la vida, lo que puede contribuir a un envejecimiento saludable.
Referencia de la revista:
- Domínguez, L.J., Veronese, N. y Barbagallo, M. (2024). Magnesio y signos de la edad. Nutrientes dieciséis(4); 496. doi:10.3390/nu16040496