El consumo de té aumenta la densidad ósea y reduce el riesgo de osteoporosis
En un estudio reciente publicado en Fronteras en nutriciónLos investigadores evaluaron la relación causal entre el consumo de té y la densidad mineral ósea total (TB) en el cuerpo.
Estancia: Consumo de té y densidad mineral ósea corporal total para todas las edades: un análisis aleatorio mendeliano. Crédito de la imagen: Wiro.Klyngz/Shutterstock.com
fondo
La DMO es un indicador de la resistencia ósea y una medida crítica para la detección de osteoporosis. El riesgo de osteoporosis aumenta a medida que la población mundial envejece y representa un importante problema de salud pública.
La osteoporosis está estrechamente relacionada con la edad y el sexo, y está influenciada por el índice de masa corporal (IMC), el origen étnico, el estilo de vida y la altura.
La relación entre la densidad mineral ósea y la ingesta de té ha sido un tema de debate. Anteriormente se pensaba que el consumo de té podía provocar la pérdida de calcio, lo que contribuía a la osteoporosis; Esto surge de la idea de que la cafeína en el té puede afectar la absorción de calcio y aumentar su excreción a través de la orina. Sin embargo, la composición del té es más compleja que la del café y sus efectos sobre la densidad ósea pueden diferir.
Por el contrario, la creciente evidencia de estudios observacionales sugiere que la ingesta de té no contribuye a la pérdida de calcio ni a la reducción de la densidad ósea.
Muchos estudios han confirmado los beneficios del té para mejorar la densidad ósea y prevenir la osteoporosis.
Sin embargo, es difícil establecer evidencia concluyente a partir de investigaciones observacionales y la relación causal entre el té y la densidad ósea sigue siendo indeterminada.
Sobre el estudio
El presente estudio examinó la relación causal entre el consumo de té y la densidad mineral ósea de la TB mediante análisis de aleatorización mendeliana (MR). Los datos se obtuvieron de fuentes confiables basadas en estudios de asociación de todo el genoma (GWAS).
En particular, los datos resumidos sobre el consumo de té, la tuberculosis y la densidad mineral ósea se obtuvieron del proyecto OpenGWAS de la Unidad de Epidemiología Integrativa (IEU).
Los datos de ingesta de té se obtuvieron del Biobanco del Reino Unido. Los datos sobre el consumo de hierbas y té verde fueron obtenidos por el IEU del Consejo de Investigación Médica (MRC).
El conjunto de datos TB-BMD se obtuvo de un metanálisis de 30 GWAS con más de 56.000 individuos. Los resultados de T-BMD se utilizaron para identificar individuos con osteoporosis u osteopenia, según los criterios de la OMS.
Las variantes instrumentales (IV) eran polimorfismos de un solo nucleótido (SNP) asociados con el consumo de té con importancia para todo el genoma. Se utilizó la base de datos PhenoScanner para identificar variantes genéticas asociadas con posibles factores de confusión.
Se extrajeron los datos de resultados relacionados con los SNP retenidos. Los conjuntos de datos se alinearon excluyendo SNP ambiguos que se alternaban con alelos incompatibles para garantizar la coherencia entre la exposición y los resultados.
Un análisis de resonancia magnética de dos muestras evaluó la relación causal entre el consumo de té predicho genéticamente y la densidad mineral ósea de la tuberculosis, utilizando métodos como MR-Egger, modo simple o ponderado, varianza inversa ponderada (IVW) y mediana ponderada.
Los efectos de los SNP se identificaron/abordaron mediante métodos de regresión por RM, suma residual de SNP y valores atípicos (PRESSO). Un análisis de sensibilidad sin incluir examinó cómo los SNP individuales influyen en el efecto causal general.
los resultados
En general, se retuvieron 41 SNP como IVS para el consumo de té después de excluir los SNP con desequilibrio de ligamiento.
El principal método analítico, IVW, mostró una relación causal entre el consumo de té predicho genéticamente y la DMO, especialmente en el grupo de edad de 45 a 60 años.
Sin embargo, esto no se observó en otros grupos de edad (sujetos de ≥45 o ≥60 años). Otros métodos (modo simple o ponderado, mediana ponderada y MR-Egger) mostraron resultados consistentes.
No hubo heterogeneidad significativa entre TB-DMO y la ingesta de té. La heterogeneidad fue constante en el grupo de edad de 45 a 60 años. No hubo evidencia de polimorfismo direccional, incluso en el grupo de edad de 45 a 60 años.
El análisis de sensibilidad reveló que la causalidad observada no fue impulsada por ningún SNP en particular. Finalmente, no hubo relación causal entre el consumo de hierbas o té verde y la tuberculosis.
Conclusiones
En resumen, el equipo de investigación realizó un análisis de resonancia magnética para investigar los efectos causales del consumo de té sobre la DMO.
Los resultados sugieren que las personas con una mayor predisposición genética a consumir mayores cantidades de té tenían más probabilidades de tener una mayor densidad mineral ósea. En particular, el estudio incluyó exclusivamente a personas de ascendencia europea y los hallazgos de la resonancia magnética varían según el origen étnico.
Además, los análisis de resonancia magnética no pueden descartar de manera exhaustiva factores de confusión desconocidos u ocultos y solo proporcionan evidencia estadística. En conjunto, los resultados demuestran que la predisposición genética al consumo de té se asoció con una mejor densidad mineral ósea.
Como tal, el consumo moderado de té puede no justificar preocupaciones sobre la pérdida de calcio o la osteoporosis. Los estudios futuros con muestras más grandes deberían confirmar la causalidad y explorar los mecanismos biológicos subyacentes.
“Defensor de la Web. Geek de la comida galardonado. Incapaz de escribir con guantes de boxeo puestos. Apasionado jugador”.