El Barcelona acusado de corrupción en una sentencia judicial
Hoy, viernes, la fiscalía española acusó al Barcelona de corrupción por los pagos realizados por el club a un exvicepresidente del Comité de Árbitros de España a través de una empresa de su propiedad.
Según la fiscalía, el club catalán pagó más de 7,3 millones de euros en total a José María Enríquez Negrera, exárbitro y exvicepresidente de la comisión de arbitraje de la Federación Española de Fútbol entre 1994 y 2018.
Dos expresidentes del club, Josep Maria Bartomeu y Sandro Rosell, así como Enríquez Negrera, se enfrentan a la misma acusación dictada por la Fiscalía de Barcelona.
Se alega que a Enríquez Negrera se le pagó por asesorar al club en asuntos relacionados con los árbitros.
“El FC Barcelona ha obtenido y mantiene un acuerdo verbal estrictamente confidencial con José María Enríquez Negrera de que, en su calidad de Vicepresidente del Comité Técnico de Arbitraje (CTA) y a cambio de dinero, realizará acciones encaminadas a beneficiar al FC Barcelona en la decisiones de los árbitros”, explicó el Ministerio Fiscal en Barcelona.
La investigación comenzó después de que las autoridades fiscales españolas identificaran irregularidades en los pagos de impuestos realizados entre 2016 y 2018 por Dasnil 95, propiedad de Enríquez Negrera.
Según los informes, Dasnil recibió 95 pagos de Barcelona entre esos años.
El último proyecto de ley, según Radio Cadena SER, se emitió en junio de 2018. Luego de eso, la CTA se reestructuró y Enríquez Negrera dejó la organización.
Esta semana, el actual entrenador del Barcelona, Joan Laporta, insistió en que su club «nunca compre árbitros».
Los informes dicen que los catalanes pagaron 6,5 millones de euros (6,9 millones de dólares) entre 2001 y 2018 a Enríquez Negrera.
«Seamos claros, el Barcelona nunca compró árbitros, y el Barcelona nunca tuvo la intención de comprar árbitros, nunca», dijo Laporta el martes.
El Barcelona dice que se pagó a Dasnel 95 para asesorar al club en asuntos de arbitraje. Pero los fiscales sospechan que el dinero puede haber sido usado para corromper a los oficiales del juego.
El presidente de LaLiga, Javier Tebas, dijo que el Barcelona no se enfrenta a ningún peligro inmediato a nivel deportivo, porque los órganos rectores del fútbol español, europeo y mundial están sujetos a un plazo de prescripción de cinco años.
A nivel penal, el imputado podría enfrentar hasta cuatro años de prisión.
Las sanciones contra el club podrían ir desde «la suspensión de la actividad… hasta la disolución total ‘como sociedad'», dijo a la AFP Alberto Palomar, profesor de Derecho en la Universidad Carlos III de Madrid.
El caso ha ensombrecido al tribunal arbitral español, que la semana pasada exigió que las supuestas acciones de una persona no «empañen la imagen» y el «honor» de todos los árbitros.
“El problema nos preocupa porque perjudica al fútbol y al deporte español”, dijo el martes el ministro español de Cultura y Deporte, Mikel Eseta.
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