Darle un futuro al pasado
Con una bata blanca y sosteniendo instrumentos de tipo quirúrgico, Ren Wei describe su trabajo diario como una práctica curativa, como un médico que atiende a sus pacientes.
Durante los últimos 12 años, un restaurador de antigüedades del Museo de Shandong en Jinan, la capital de la provincia de Shandong, ha insuflado nueva vida a más de 3.000 reliquias culturales, devolviéndoles su antigua grandeza.
Cada proyecto de restauración se desarrolla como un procedimiento médico, comenzando con un diagnóstico integral del estado del artefacto basado en información que Ren y su equipo recopilan de diversas fuentes, incluido su peso, tamaño y fotografías tomadas. Después de las discusiones se elaborará un plan detallado para la restauración. Luego vienen procedimientos delicados, como limpiarlo, devolverlo a su forma original y tratar la corrosión.
A través de una combinación de técnicas tradicionales y tecnología moderna, Ren y sus colegas registran meticulosamente (en papel y en formato digital) cada etapa del proceso de restauración, asegurando que el viaje de cada artefacto hacia la restauración esté bien conservado.
Le impresionó especialmente la restauración en 2018 de un quemador de incienso esférico de bronce de la dinastía Tang (618-907). La ornamentada forma calada del quemador de incienso, del tamaño de dos puños cerrados, ocultaba un plato oculto de bolsas que siempre debían estar orientadas hacia arriba independientemente de los movimientos del quemador de incienso. Sin embargo, cuando fue descubierto, el tiempo había pasado factura.
Mientras estaba ocupado con el proceso de restauración, Ren quedó sorprendido por la complejidad del artefacto, un testimonio del ingenio de los antiguos artesanos. “La magnificencia y la sabiduría entretejidas en esta pieza son realmente asombrosas”, dice el hombre de 41 años.
Esta historia de restauración es sólo un capítulo de la ilustre carrera de Ren.
Trabaja principalmente con artefactos metálicos descubiertos en Shandong, como artículos de oro, plata y hierro, y siente una atracción particular por el atractivo atemporal del bronce.
El objetivo principal, dice Ren, es restaurar completamente los artefactos para que puedan exhibirse y estar libres de una amenaza de corrosión.
Sin embargo, al igual que un paciente con una enfermedad compleja, algunos efectos conllevan cicatrices que son demasiado profundas para borrarse por completo. Agrega que estas frágiles piezas requieren cuidados especiales y consideraciones ambientales, incluido el control de temperatura y humedad, para proteger su delicada existencia.