Brindar una salud óptima: una hoja de ruta para el futuro de la atención clínica
¿Recuerda las molestias y las trampas de conducir antes del GPS? No hay forma de predecir un embotellamiento o desvío, y no hay forma de saber si está en la mejor ruta. Ahora nuestras apps de satélites nos guían, avisan de peligros y encuentran la ruta más rápida a nuestro destino.
Imagine un sistema de orientación similar para navegar por la atención al paciente. Un sistema para advertirle de una enfermedad inminente, incluso antes de que aparezcan los síntomas, y guiarlo para tomar decisiones de tratamiento óptimas. En lugar de esforzarnos por encontrar el tratamiento más efectivo para las enfermedades existentes, las anticipamos y las prevenimos de manera proactiva. Este es un cambio radical, pero está retrasado y es necesario.
Creo que hemos desarrollado un sistema de este tipo. El modelo Physiological Fitness Landscape (PFL) para médicos es un marco revolucionario para brindar una atención médica óptima. Su amplia aplicación puede transformar la práctica clínica de un enfoque imperfecto e imperfecto, post-ad hoc, basado en el tratamiento a uno que utiliza la bioinformática aplicada para crear pautas precisas, específicas para el paciente, altamente personalizadas y precisas para mantener una buena salud.
paisajes para fitness Son modelos conceptuales bien conocidos tanto dentro como fuera del campo de la biología evolutiva. Hemos aplicado los principios clave del modelado de aptitud a nivel de especie a un andamio de la física y, mediante el uso del poder predictivo de los algoritmos informáticos, proponemos un enfoque bioinformático basado en datos para la práctica clínica que podría revolucionar la atención médica.
El metabolismo energético y el bienestar están íntimamente relacionados. La producción de energía mitocondrial y la eficiencia metabólica comienzan a disminuir alrededor de los 30 años. Pero su declive, por lo general lento, y la debilidad que acompaña a la enfermedad, se aceleran, exacerbados por el estrés físico y emocional crónico.
En el modelo PFL, como en el que se basa, la aptitud se visualiza dentro de un paisaje tridimensional de colinas y valles. Desde la zona de estabilidad del fondo del valle, que representa el equilibrio básico y la buena salud, las presiones internas y externas nos empujan constantemente hacia arriba. Lo que importa es cuán rápido y fácil es volver a la línea de base.
Mala alimentación, consumo excesivo de alcohol, falta de ejercicio, alteración de la microbiota, tabaquismo, estrés laboral y familiar. Todos nos envían a un clímax peligroso del que podemos hundirnos, sin previo aviso, a la más mínima provocación. Para la juventud y el estado físico, el estrés de la vida equivale a las suaves colinas de un modelo PFL. Pero para los ancianos y los enfermos, cualquier estrés adicional puede ser otro impulso hacia la diabetes, un ataque al corazón, un derrame cerebral, la enfermedad de Alzheimer, el cáncer o una muerte prematura.
Los efectos tóxicos del estrés son acumulativos. Sin resistencia al estrés, cada nuevo estrés puede llevarnos a una nueva línea de base: una meseta más alta, muy por encima de la zona de seguridad del valle. Esta zona de inestabilidad es donde aparecen los síndromes inflamatorios y metabólicos. A partir de ahí, las tensiones descontroladas nos llevan inevitablemente a la siguiente meseta hasta que finalmente alcanzamos el umbral crítico. Aquí, en la cima de una montaña, podemos ser empujados fácilmente al umbral de la reflexión, empujándonos desde la cima de la montaña hacia una mala salud donde es probable que ninguna intervención ayude.
Sugerimos utilizar paneles metabólicos integrales a intervalos regulares para establecer una línea de base saludable para cada paciente. Los datos acumulados nos permitirán distinguir fácilmente incluso cambios sutiles y asintomáticos en la eficiencia metabólica de un individuo y, al recopilar y combinar esta poderosa información vital de forma anónima, crear estándares basados en algoritmos de atención médica preventiva que transformarán nuestro campo.
El modelo PFL puede servir a los médicos como una herramienta conceptual y clínica para desarrollar intervenciones terapéuticas destinadas a cambiar el curso aceptado del envejecimiento y las enfermedades crónicas. Al aplicar sus principios a la atención de pacientes individuales, los proveedores de atención médica podrán aprovechar el poder de los datos. En lugar de tratar enfermedades existentes, podrán ver las señales de advertencia de una enfermedad inminente y detenerla antes de que comience.
Foto: metamorworks, Getty Images