Marina celebra su herencia española a través de la danza. Ahora ella está actuando en una gran película.
«Fue una oportunidad única en la vida y estoy muy agradecido por ello».
Marina Tamayo en Carmen. fuente: suministrado / Ben King/Fotos Compartir objetivo
La mujer de Sydney interpreta a Zella, la madre de Carmen, en la nueva película, dirigida por el bailarín y coreógrafo francés Benjamin Millepied. Fue filmada en el verano en el interior de Nueva Gales del Sur, durante la pandemia.
“Era el lugar más extraordinario, con enormes paisajes y hermosas rocas rojas”.
«No podía hablar inglés cuando llegó por primera vez de España en la década de 1950 como profesora y bailarina folclórica española».
Marina Tamayo con su hermano Paul Phillips y su madre Marina. fuente: suministrado / Marina Tamayo
La nueva vida de la familia en Australia comenzó en las afueras de Adelaida, a orillas del río Torrens. Cuando era niña, Tamayo aprendió a bailar como una forma de escapar de la vida cotidiana.
«El área alrededor de nuestra casa estaba subdesarrollada, como un pantano», dice. «Aquí es donde se alojaban todos los inmigrantes».
«Y mi madre me protegió y luchó por mí, y ahora lucho por mis hijas. Y esa fuerza se convierte en la danza de tu vida, demostrando que harás cualquier cosa por las personas que amas».
Marina Tamayo aprendió a bailar flamenco en España. fuente: Noticias SBS / Sandra Fullón
Después de regresar al hogar ancestral de su familia en Granada, sur de España, Tamayo dominó el flamenco entrenándose con el pueblo gitano.
Se cree que el flamenco llegó a España hace siglos, con la migración de los gitanos procedentes de la India. Desde entonces ha evolucionado para incluir influencias del Medio Oriente e incluso celtas.
«Como personas desplazadas, eran muy resilientes. No tenían hogar y luchaban por sus derechos».
Marina Tamayo imparte clases de baile en Sydney. fuente: Noticias SBS / Sandra Fullón
Tamayo está criando a dos hijas adolescentes en Sydney y se gana la vida enseñando e interpretando flamenco.
«En el asilo de ancianos de Adelaide, le hablé de la película y me pidió que se la mostrara. Le prometí que la haría a la mañana siguiente, con la esperanza de que la continuara otro día», dice Tamayo.
“Espero que hayas escuchado eso”, dice, con los ojos llenos de lágrimas.
Marina Tamayo con su madre poco antes de su muerte. fuente: suministrado / Marina Tamayo
Llevar su pasión por el flamenco a la pantalla grande fue la oportunidad profesional de su vida, pero Tamayo dice que casi no sucedió.
«Uno de los mejores momentos de mi vida fue cuando Tamayo entró en la sala de audiciones. No la conocía, pero ella estaba allí de pie, muy sincera y sincera», dice.
«Me lo estoy pasando muy bien y los disfraces son geniales. Además es un baile hermoso con raíces ancestrales».
La estudiante de baile flamenco Kerin Carter. fuente: Noticias SBS / Sandra Fullón
Tamayo espera que la película genere conciencia sobre la desesperada situación de millones de personas desplazadas en todo el mundo.
“La historia de la migración y los refugiados es la misma en todas partes y lleva todas las características de la lucha y la tragedia”.